miércoles, 12 de noviembre de 2008

Básico

dedicación silenciosa... como dijo alguna vez algún maestro: A ella....

El silencio impregnado de suspiro presencia soberbio la siguiente escena:

Las flores en la habitación se marchitan
y se difuminan axiomáticas;
lo único que les queda,
pues el agua de los días ha sido saciada,
es beberse por el tallo la sombra y el olvido.

Así Borrosamente la rosa vuelve a sufrir de tiempo...

y la memoria reboza de caminos que se borran en la hierba:
infinita, inabarcable; sin posibilidad de oblivion...

no como tu voz
que ha empezado a ceder sus pétalos
a la fría incertidumbre de la tierra.

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