miércoles, 19 de noviembre de 2008

A Perfect Circle.

Sometimes I remember,
as I walk or eat,
as I breathe or loathe,
as I sleep....

(or maybe in the mere moment of being (or not))

that such ways from your matters
are as subtle,

That You, as this poem
works like oblivion,
will eventually disappear
as I
write
you in
trying to remember...
the words to forget you

Commedia.

Uno a uno escribo en silencio
los nombres de 60 mujeres desconocidas;
cada una tan hermosa y eterna.
Mientras lo hago,
con una secreta tristeza,
evado tu providencia en esos múltiples ojos quiméricos:

Creo poco a poco 60 golems arcanos,
cada uno más lejano de tu rostro encubierto,
buscando perderte
en los versos de un divino fracaso.

Porque, aunque pronuncie tu nombre,
-el tuyo que no es eterno-
no puedo sistemáticamente traerte a la vida;
y no me queda más que olvidarte
entre tantos rostros y tan distintos
para luego,
en el más fútil intento por estar contigo
develarte efímera y sutil
(en una mirada; en una sonrisa)
en un eterno y doloroso recuerdo.

martes, 18 de noviembre de 2008

Poema XXXIII

("Que todo tiempo pasado fue mejor...")

Éramos suspiros hechos de silencio
bañados únicamente por las lágrimas de luz
de un crepúsculo azulado.
Habíamos logrado absoluto secreto entre nuestras manos
y sólo algunos dioses habrían visto nuestros cuerpos;
éramos ausencia de las cumbres terrestres
sólo para trascender a las profundidades de la piel necesaria.

-Siempre, en el mismo lugar (o templo,
como quieras llamarlo...)
después de Ser contemplación infinita
nos separábamos: tu fugaz y yo estático
para nunca haber sido-

“Que se quemen los sueños como un frío poniente”
y que el azul profundo de las pieles,
expuestas al resplandor de un oculto plenilunio,
se disperse entre las piedras que crujen cuando huyes.

-Habrías dicho sordamente adiós,
habrías intentado sutilmente besarme
y corriendo, te habrías alejado por la esquina;
Entonces volvían a mi las aceitadas luces heladas
y los sonidos citadinos como graznidos eléctricos...-


sólo yo quedaba con el Tiempo burlándose a mi lado
mientras el crepúsculo, ahora imperceptible,
se desangraba azul, SIEMPRE AZUL,
en las horribles calles vestidas con tu ausencia.

Y me quedaba mirando a ver si dabas la vuelta....

jueves, 13 de noviembre de 2008

Apología a Pedro Baquero Másmela

Le encontré,
A Pedro,
como se imaginó él que lo encontrarían:
sepultado.
Estaba delgado y ya algo viejo,
enterrado entre los libros,
en sus selvas y lodazales,
encima de mis anaqueles que poco o nada tendrían de Armero.
Lo encontré medio muerto,
y para su felicidad,
ya olvidado.
Lo encontré solo y
perdido.
Lo encontré desarmado.

Decía:

“Después de todo, lo único
que nos queda por perder es el silencio”

Y luego entre las tumbas
con su voz como un secreto de Comala,
seguía susurrando
“Vivir es recordar”.

¿Recordar qué, Pedro?
El río, o la montaña, o la muerte...

Te lo dije: Ibas a terminar diciendo
que la vida no es más que olvidar que morimos.

A Bashô.

Atentas brevemente contra el verbo,
artesano de silencios
errático y distante.

Olvidado
extranjero en tierras todas
prudente
guerrero
austero
enterrado,
en tres líneas
te sientas y contemplas
el interminable secreto
en el vacío

queda en el camino la senda abandonada
en misterio convertida.
Sin rastro, has muerto
en el exilio
lejos del Amida y sus manos.

EIKASIA

Me senté cuidadoso a crearte
y el fuego ardía a mi costado.

Delineaba tu sombra con la mía,
y rozaba tus formas con el lápiz;
el carbón cedía dócil a tus átomos sutiles.

Lentamente, mientras se consumía la luz en los maderos,
las sombras se apagaban
y parecían luchar aferradas al muro para no ser relegadas a la oscuridad y al olvido
lentamente quedamos ciegos,
tu,
yo
y el dibujo
que ahora
con lentitud parsimoniosa
se convertía en sombra de las sombras.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Básico

dedicación silenciosa... como dijo alguna vez algún maestro: A ella....

El silencio impregnado de suspiro presencia soberbio la siguiente escena:

Las flores en la habitación se marchitan
y se difuminan axiomáticas;
lo único que les queda,
pues el agua de los días ha sido saciada,
es beberse por el tallo la sombra y el olvido.

Así Borrosamente la rosa vuelve a sufrir de tiempo...

y la memoria reboza de caminos que se borran en la hierba:
infinita, inabarcable; sin posibilidad de oblivion...

no como tu voz
que ha empezado a ceder sus pétalos
a la fría incertidumbre de la tierra.

II.

Hay unas monedas
Tres.
conversan como viejos sobre la mesa de la alcoba
juntas como si fueran amigas.
Las veo concentrado, sin interrumpirlas,
y creo escuchar que se quejan.

Son de ti lo único que ha quedado,
no sirven para tomar un autobús,
ni para un café
y a lo sumo valdrían un cigarrillo.

Son tres gastadas monedas,
de pronto el cambio de alguna compra casual
de pronto un regalo de consolación
sarcástico en demasía

De pronto son despojos tristes de tu olvido
y de prono ellas me observan a mi,
también con cierta lástima.
III.

Ayer, bien gracias a la tarde y a la ventana,
se me ha revelado cierta fluctuación del tiempo.

Se me ha presentado molesta, con cara enojada y algo irrisoria
una señora llamada olvido: la calle tan calle como siempre,
con los mismos autos y los niños,
la de escalera fea de asfalto duro y desmoronado,
y de paredes ladrilludas con mensajes encriptados
ha cambiado y se burla de mi.

El correo ha dejado de llegar ya hace unos días,
el vacío del buzón es azul y duele en las manos,
y hasta la telaraña se ve horriblemente desierta
prendida en la plaquita con nuestro nombre:


los días se irán oxidando hasta ser nihiles y aburridos,
y ni siquiera la ausencia, por más austera que cante,
podrá marcar tus huellas para siempre.
Entonces,
lento, el frío arreglaría el semblante y evitará la nostalgia.
Y de nuevo podré olvidarte....

Canciones de amor en una carta sin remitente


I.

Vi mi mano debatiendo en el vacío,
se retorcía distraída en soledad,
vi cómo las figuras que dibujaba en el denso y caluroso aire
finalmente se esfumaban en la inmensidad del olvido.

Sus movimientos eran sutiles
y su estela inasible lograba que adoptara
en la instantaneidad del hecho
una suerte de quimerismo arcano,
profundo y enigmático.

Hablaba-algo decía
Mi mano
Solitaria
como yo,
siempre como yo.

Levanto la mirada....
mi mano se sigue moviendo.
Y tu...
desaparecías cruzando el horizonte
mientras tu mano también se movía.

"Adiós"